Pedro Rafael González y Calisto
Pedro Rafael González y Calisto (Quito, 24 de octubre de 1839-Quito, 27 de marzo de 1904) fue un sacerdote católico, que se desempeñaba como el 7° Arzobispo de Quito.
Pedro Rafael González y Calisto | ||
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7° Arzobispo de Quito | ||
14 de julio de 1893-27 de marzo de 1904 (10 años) | ||
Predecesor | José Ignacio Ordóñez | |
Sucesor | Federico González Suárez | |
Información religiosa | ||
Ordenación episcopal | Diciembre de 1876 | |
Iglesia | Católica | |
Información personal | ||
Nombre | Pedro Rafael González y Calisto | |
Nacimiento |
24 de octubre de 1839 Quito Provincia de Pichincha, | |
Fallecimiento |
27 de marzo de 1904 (64 años) Quito Ecuador | |
Biografía
Nació en Quito, cuyos padres fueron, Coronel José Miguel González Alminate, chileno, Ministro de Estado en el Ecuador y María Calisto y Arteta de familias guayaquileñas y – quiteña adherida al realismo español, fue su padrino el Presidente de la República. Juan José Flores.
Estudios realizados
Realizó sus primeros estudios en el Seminario de San Luis y habiendo demostrado desde pequeño una innata inclinación religiosa, sus padres le hicieron recibir las primeras órdenes y a sus escasos doce años en 1851 de manos del Arzobispo Francisco Xavier Garaicoa.
En noviembre del 1857 se graduó de Maestrescuela en Filosofía y Literatura en la Universidad Central.
Ordenación Sacerdotal
Fue ordenado sacerdote en 1864, de manos del cardenal Constantino Patrizi en la Archibasílica de San Juan de Letrán,
Ordenación Episcopal
Fue ordenado obispo en 1876 de manos del Arzobispo de Quito, José Ignacio Ordóñez.
Cargos Desempeñados
De vuelta a Quito tras seis años de ausencia en Europa le nombraron Capellán del Colegio de niñas de las monjas de los Sagrados Corazones y defensor de Matrimonios en 1868.
Su fama de orador sagrado creció en Quito y fue Profesor de Teología en el Seminario. El 1869 concurrió al II Concilio provincial quítense y se desempeñó como teólogo.
Diputado por Imbabura al Congreso de 1871 y nuevamente a la Convención Nacional reunida en Ambato en 1878, descolló en ambas legislaturas como expositor sencillo y claro que siempre se ajustaba a la realidad y fue tenido por todos como sacerdote desprovisto de fanatismos, pues su porte elegante y severo escondía una natural bonhomía y su pensamiento la placidez de toda alma grande.
En 1872 comenzó a dictar clases de Escrituras Sagradas en el Seminario Conciliar y su amigo el arzobispo Checa y Barba le eligió canónigo teologal por oposición, luego examinador sinodal para las canonjías vacantes y el 75 fue vicario general del Arzobispado.[1]
Fallecimiento
Falleció el 27 de marzo de 1904 en Quito.