Arterias conjuntivales posteriores

Las arterias conjuntivales posteriores son arterias que se originan en las arterias palpebrales (laterales y mediales). No presentan ramas.[1]

Arterias conjuntivales posteriores
Latín [TA]: arteriae conjunctivales posteriores
TA A12.2.06.045
Irrigación carúncula lagrimal;
conjuntiva

Origen y relaciones

La vascularización del ojo tiene una doble procedencia: la red palpebral, formada por las arterias palpebrales, y la red de arterias ciliares anteriores.[2]

La red palpebral tiene dos arcadas superiores, la arcada palpebral periférica y la arcada palpebral marginal, y una arcada marginal inferior. Las dos superiores se anastomosan formando el plexo retrotarsal. Esta red palpebral nutre a la conjuntiva palpebral y a la conjuntiva del fórnix del saco lagrimal, creando las arterias conjuntivales posteriores.[2]

La red de arterias ciliares anteriores, antes de penetrar en el limbo de la córnea, que está a unos 2 mm., da lugar a las arterias conjuntivales anteriores, que vascularizan la conjuntiva bulbar (conjuntiva ocular) hasta alcanzar la conjuntiva bulbar perilímbica o pericorneal (anillo conjuntival). Allí se anastomosan con las ramas de las arterias conjuntivales posteriores para formar una red vascular en empalizada.[2]

Distribución

Se distribuyen hacia la carúncula lagrimal (eminencia roja en el ángulo interno del ojo) y conjuntiva.[1]

Referencias

  1. «Arterias conjuntivales posteriores». Diccionario enciclopédico ilustrado de medicina Dorland 1 (27ª edición). McGraw Hill Interamericana. 1996. ISBN 84-7615-983-8.
  2. García Garrido, Encarna (2005-2006). «Anatomía Ocular» (PDF). La casa del óptico (Universidad Europea de Madrid): 10-11. Archivado desde el original el 26 de junio de 2013. Consultado el 14 de octubre de 2012.
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